El movimiento lento permite un contacto diferente con nosotros mismos. Las sensaciones son múltiples y variadas, tanto como practicantes existen; mas cuando nos reunimos y danzamos en grupo formamos parte de algo más grande. Estamos juntos y con cada paso, con cada movimiento pausado, nuestros límites corporales van desapareciendo. La sensación de estar unidos, de alguna forma más allá de las formas va apareciendo como el Sol al amanecer.
domingo, 23 de septiembre de 2007
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